Nuestros equipos CIP (limpieza in situ) están meticulosamente diseñados para gestionar con precisión los factores críticos de limpieza durante el proceso de fabricación, utilizando una combinación de procesos químicos y mecánicos para eliminar impurezas y residuos que puedan comprometer la calidad del producto y limpiar eficazmente los equipos.
Nuestros sistemas CIP pueden ser fijos o móviles y están diseñados para ser totalmente automatizados y programados para limpiar equipos y/o líneas de proceso completas. Durante este proceso, la solución de limpieza circula por el equipo, eliminando cualquier residuo o impureza y, a continuación, se drena. Este proceso se repite varias veces, garantizando que todas las superficies se limpian a fondo.
Este meticuloso control no sólo garantiza una limpieza eficaz de los equipos, reduciendo el tiempo de inactividad y el consumo de servicios públicos, sino que también evita posibles riesgos para la seguridad alimentaria. Los procedimientos CIP se llevan a cabo en fases posteriores al proceso o durante las transiciones entre distintos regímenes de producción.